Un informe de la organización que dirige Martín Redrado estimó que la crisis hídrica significará un impacto negativo de entre 0,50 y 0,70 puntos porcentuales del PBI.
La sequía en las zonas agrícolas más productivas del país implicará un recorte de entre 0,5 y 0,7 puntos porcentales en las estimaciones de crecimiento económico para 2018, debido a los efectos directos e indirectos en otras industrias, consignó hoy un informe de Fundación Capital.
“Sin embargo, el impacto negativo sobre las exportaciones podría ser amortiguado en parte por ventas de stocks y precios en un escalón superior”, indicó en un documento la Economista Jefe de Fundación Capital, Irina Moroni.
El informe precisó que la campaña 2017/18 muestra un panorama poco alentador, poniendo el foco en los tres principales granos, debido a los menores niveles de siembra y a la merma en los rindes producto de las malas condiciones climáticas durante el verano.
De esta manera, se prevé un recorte de 19 millones de toneladas en las estimaciones de cosecha de los principales granos.
“Vale destacar que la producción agrícola no sólo tiene implicancias sobre actividades relacionadas, como la producción de carnes y leche, sino que también afecta directa e indirectamente a otras industrias tales como la automotriz (utilitarios), la de químicos (uso de agroquímicos y fertilizantes), la metalurgia (maquinaria agrícola), el transporte de carga e incluso la construcción”, ennumeró.
Fundación Capital calcula una reducción de las ventas externas de los principales productos agrícolas (complejo soja, trigo y maíz) medidas en dólares de entre 2 y 7% para el año 2018, explicada principalmente por una caída de los envíos de porotos de soja y aceite.
En tanto, las exportaciones de pellets de soja compensarían parcialmente la baja, producto de una suba en el precio. A su vez, las ventas externas de trigo continuarían creciendo, en línea con el aumento de la producción.