El economista habló en un evento organizado por Megainver para clientes. “El gradualismo es la única alternativa”, consideró. Para adelante ve más crecimiento y baja de la inflación, aunque sin cumplir con las metas.
Optimista pero cauteloso. Así se mostró el economista Miguel Kiguel al disertar durante el evento que organizó Megainver en un hotel de Recoleta, al que concurrieron más de 300 clientes. “Este modelo no va a generar un boom de actividad, pero sí vamos a ver una mejora sostenida a lo largo del tiempo. No es una fiesta, pero considero que vamos en el rumbo correcto”, explicó el vicepresidente de la administradora de fondos comunes.
De acuerdo a su pronóstico, y aún a pesar de la sequía, la economía podría crecer cerca de 3% este año. Pero lo más relevante es que pronosticó una aceleración al 3,6% el año que viene y que llegaría a 3,8% en 2020. Siempre y cuando, claro, continúe acompañando el contexto internacional.
“El gradualismo que eligió el Gobierno implica justamente que se avanza más lento en la reducción del déficit y que las variables económicas también reaccionan más despacio. Pero es el único camino que podía adoptar el Gobierno”, explicó. Además, consideró que los niveles de deuda en relación al PBI aún son manejables, aunque enfatizó dónde están las debilidades: “Tenemos más del 60% de la deuda nominada en dólares y que depende del financiamiento externo, ante la escasez de inversores institucionales locales. En otros países de América latina esa proporción es mucho menor”.
En relación al déficit fiscal, Kiguel consideró que también hay buenas señales aún cuando haya crecido el rojo financiero por el pago de los intereses de la deuda: “En 2017 bajó por segundo año consecutivo el gasto público en relación al PBI y en un año electoral. Y si vemos la cifras de recaudación en el arranque del año, podemos pensar que la meta de déficit fiscal primario de 3,2% será sobrecumplida”. Y agregó que “el déficit de cuenta corriente es preocupante, pero su tamaño depende del rojo fiscal. Ambos deberían ir reduciéndose en simultáneo”.
Entre los asistentes al evento estuvieron Federico Tomasevich (Puente y socio de Megainver), Facundo Gómez Minujin (JP Morgan), Guillermo Cerviño (Comafi), Héctor Guedes (Banco Sáenz), Fabián Bóveda (First Capital).
Como invitado especial participó además el neurólogo Facundo Manes, que describir cómo funciona el cerebro al momento de tomar decisiones financieras (conclusión: actuamos como mínimo “poco racionalmente”).
Nora Trotta, quien está al frente de la administración de la familia de fondos Megainver, describió la oferta que hoy existe tanto para los inversores. “De los $ 640.000 millones que maneja la industria, 23% ya corresponde a individuos. Viene creciendo, pero en otros países esa participación llega hasta el 80%”. La compañía posee un patrimonio de $ 16.500 millones y está cuarta en el ranking de administradoras de fondos.