Julie Kozack y Luis Cubeddu -al frente de la delegación del FMI- ya visitaron la Argentina a principios de octubre último.
Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), encabezada por los funcionarios Julie Kozack y Luis Cubeddu, arribará al país el martes 10 de noviembre para “iniciar negociaciones formales con las autoridades argentinas sobre un nuevo programa para apoyar el plan económico del gobierno”, informó el organismo multilateral.
Así lo indicó este mediodía un vocero del FMI a los medios, en un contacto en el que precisó que en esta oportunidad el diálogo se centrará en la agenda fiscal, monetaria y estructural de las autoridades para el mediano plazo con el objetivo de anclar la estabilidad macroeconómica y sentar las bases para un crecimiento inclusivo y sostenible.
“No hay fechas establecidas para finalizar las negociaciones”, indicó la misma fuente del FMI respecto a la extensión de la misión, que se reunirá con autoridades nacionales, especialistas y dirigentes políticos, entre otros.
La fuente subrayó que el objetivo del organismo “sigue siendo apoyar al pueblo argentino a superar los complejos desafíos socioeconómicos que enfrenta el país y sentar las bases para una economía más estable y un futuro más próspero”.
Kozack y Cubeddu -al frente de la delegación del FMI- ya visitaron la Argentina a principios de octubre último. En aquella oportunidad, la misión concluyó que “el personal técnico acogió con satisfacción el compromiso de las autoridades con las políticas para asegurar una consolidación fiscal favorable al crecimiento y al mismo tiempo proteger a los más vulnerables”.
Se trató de una primera visita exploratoria de la situación económica y social en la Argentina atravesada al igual que el resto del mundo por la pandemia de coronavirus, tras el pedido del Gobierno de renegociar un programa de financiamiento con el organismo por la deuda de USD 43.900 millones generada entre los años 2018 y 2019.
En esa oportunidad, tras haber completado casi una semana en el país, la delegación constató que la Argentina enfrenta “complejas dificultades económicas y sociales, en el contexto de una crisis de salud sin precedentes” a causa de la pandemia de coronavirus.
Los delegados advirtieron también que la “profunda recesión” provocó elevados niveles de pobreza y desempleo, “cuyos efectos se ven agravados por importantes presiones en el mercado cambiario”, según un comunicado emitido por el organismo a modo de balance de la visita.
Los funcionarios del FMI obtuvieron “una comprensión más profunda de los planes políticos de las autoridades para estabilizar la economía y ponerla en una senda de crecimiento más sostenible e inclusivo”, agregó el parte de prensa.
Días después, al dar a conocer el reporte semestral de perspectivas Económicas, WEO, presentado durante la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial, realizada a mediados de octubre, el organismo proyectó que la economía argentina cerrará 2020 con una caída de 11,8%, mientras que para 2021 estiman una recuperación de 4,9%.
La delegación del FMI que visitó el país en octubre fue encabezada por Kozack, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, y Cubbedu, jefe de la Misión para la Argentina, .
Los directivos del Fondo se reunieron con el ministro de Economía, Martín Guzmán; el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce; el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz; el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; el titular de la cartera de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y la vicejefa de Gabinete, Cecília Todesca; entre otros funcionarios.
Durante su estadía en el país, los enviados del FMI analizaron las cuentas públicas, las demandas del sector privado y el dañado entramado social tras varios años de caída de la actividad económica y el efecto de la actual pandemia; y escucharon a dirigentes la oposición, a representantes del sector privado, de los sindicatos y a economistas, entre otros actores de la sociedad civil.
“Argentina enfrenta complejas dificultades económicas y sociales, en el contexto de una crisis de salud sin precedentes. La profunda recesión ha provocado un aumento de los ya elevados niveles de pobreza y desempleo, cuyos efectos se ven agravados por importantes presiones en el mercado cambiario”, concluyeron los delegados en la visita al país.
“Estos son desafíos excepcionalmente difíciles sin soluciones fáciles. Un conjunto completo de políticas podría respaldar el restablecimiento de la confianza, pero deberá calibrarse con mucho cuidado para promover la recuperación y asegurar la estabilidad macroeconómica”, se explayaron Kozack y Cubbedu en su reporte público, una vez concluida la misión.