La empresa, una de las principales fabricantes de alimentos de Argentina, tuvo un aumento de costos del 22% y de ingresos de sólo el 15%.
Molinos Río de la Plata reportó una pérdida de 187 millones de pesos en 2017, una caída originada principalmente en dos factores:
1 – mayores costos no trasladados a precios en su totalidad (los ingresos aumentaron 15%, alcanzando $ 12.299 millones, mientras que los costos y gastos centrales se incrementaron en conjunto un 22%) especialmente en el segmento de aceites;
2 – un resultado negativo por diferencia de cambio por la devaluación sobre la deuda financiera en dólares destinada a financiar capital de trabajo y programas de modernización productiva, logística y de sistemas.
Este resultado compara con la ganancia de 3 millones de pesos del año anterior sin considerar el resultado neto de 451 millones de pesos obtenidos en 2016 por el Negocio de Graneles escindido en Molinos Agro.
En un entorno de restricción en el consumo de alimentos y vinos por segundo año consecutivo, Molinos priorizó su estrategia de largo plazo: proteger la accesibilidad de los consumidores a sus productos logrando mantener su sólida participación de mercado en las principales categorías de Alimentos y Vinos Premium, informó la compañía en un parte de prensa.
“La Sociedad espera que su estrategia centrada en los consumidores, la innovación permanente, la fortaleza de sus marcas, el crecimiento de ocasiones de consumo y los programas de productividad y eficiencia que se vienen ejecutando deriven, en su conjunto, en una mejora paulatina de los resultados”, explicó.