Fue durante una reunión de la Junta Directiva. Consideró que la iniciativa terminará descapitalizando empresas. Qué activos deberían quedar afuera del cálculo.
La Junta Directiva de la UIA se manifestó con dureza en relación al denominado “impuesto a la riqueza”. Según los empresarios, la iniciativa “terminará descapitalizando a empresas que invierten, producen y sostienen el empleo en un contexto de emergencia sanitaria”.
La redacción actual del proyecto de ley no diferencia entre la composición de los patrimonios personales formados por capital productivo –empresas, máquinas e inversión tecnológica en el país– de la proporción compuesta por activos financieros o inmuebles. En este sentido, “se señaló la necesidad de excluir de la base de imposición a los activos productivos, permitiendo capitalizarlos para inversiones productivas y nuevos empleos”.
El proyecto impulsado por los diputados Carlos Heller y Máximo Kirchner ya recibió dictamen de comisión y será tratado en octubre. Dispone un fuerte cargo sobre aquellos que posean patrimonios superiores a los $ 200 millones y castiga con alícuotas más altas a quienes poseen bienes en el exterior.
Una de las modificaciones propuestas es que el cálculo excluya a títulos públicos y de obligaciones negociables de empresas argentinas, la incorporación de un mínimo no imponible y la corrección de las alícuotas para evitar tratamientos desiguales.
En relación al nivel de actividad en el sector fabril, el Centro de Estudios UIA presentó los indicadores correspondientes al mes de julio pasado, La actividad industrial se contrajo -2,2% interanual, acumulando una baja de -11,9% durante los primeros siete meses de 2020 –en comparación con igual período del año anterior–. La producción permaneció 3,9% por debajo de los niveles pre-pandemia que se registraron durante febrero de este año. Además, se identificó una elevada heterogeneidad sectorial y regional en un contexto de dificultades financieras y logística, cambio en los patrones de consumo y caída de exportaciones.
La Junta Directiva de la UIA se manifestó con dureza en relación al denominado “impuesto a la riqueza”. Según los empresarios, la iniciativa “terminará descapitalizando a empresas que invierten, producen y sostienen el empleo en un contexto de emergencia sanitaria”.
La redacción actual del proyecto de ley no diferencia entre la composición de los patrimonios personales formados por capital productivo –empresas, máquinas e inversión tecnológica en el país– de la proporción compuesta por activos financieros o inmuebles. En este sentido, “se señaló la necesidad de excluir de la base de imposición a los activos productivos, permitiendo capitalizarlos para inversiones productivas y nuevos empleos”.
El proyecto impulsado por los diputados Carlos Heller y Máximo Kirchner ya recibió dictamen de comisión y será tratado en octubre. Dispone un fuerte cargo sobre aquellos que posean patrimonios superiores a los $ 200 millones y castiga con alícuotas más altas a quienes poseen bienes en el exterior.
Una de las modificaciones propuestas es que el cálculo excluya a títulos públicos y de obligaciones negociables de empresas argentinas, la incorporación de un mínimo no imponible y la corrección de las alícuotas para evitar tratamientos desiguales.
En relación al nivel de actividad en el sector fabril, el Centro de Estudios UIA presentó los indicadores correspondientes al mes de julio pasado, La actividad industrial se contrajo -2,2% interanual, acumulando una baja de -11,9% durante los primeros siete meses de 2020 –en comparación con igual período del año anterior–. La producción permaneció 3,9% por debajo de los niveles pre-pandemia que se registraron durante febrero de este año. Además, se identificó una elevada heterogeneidad sectorial y regional en un contexto de dificultades financieras y logística, cambio en los patrones de consumo y caída de exportaciones.
