“Hicimos una oferta (el 22 de abril) y vimos que estábamos muy lejos de sus aspiraciones. La revisamos. Hicimos el máximo esfuerzo que podíamos hacer y esta es la última oferta. Espero que lo entiendan”, señaló Fernández.
El presidente Alberto Fernández aseguró que la oferta de reestructuración de deuda con acreedores extranjeros que hizo el Gobierno es “el máximo esfuerzo” que el país puede hacer” y advirtió que “no nos vamos a mover” de lo ofrecido.
“Estamos tratando de acercarnos (con los acreedores). Hemos hecho nuestro último esfuerzo. Yo me comprometí ante el pueblo que me votó que no íbamos a pagar la deuda postergando los intereses de los argentinos, esto es lo que podemos pagar. Esperemos que lo entiendan, porque no nos vamos a mover”, dijo el Presidente en diálogo con FM La Patriada.
“Hicimos una oferta (el 22 de abril) y vimos que estábamos muy lejos de sus aspiraciones. La revisamos. Hicimos el máximo esfuerzo que podíamos hacer y esta es la última oferta. Espero que lo entiendan”, señaló Fernández.
Al respecto, el Presidente sostuvo que durante todo el período de negociación con los bonistas hubo “mucha seriedad y muy buena fe” y que, luego de discusiones, el Gobierno llegó “a una conclusión final, que es la que oferta que se conoce”.
“Esto -aseguró- lo ha valorado el Fondo Monetario Internacional, el G20, Francia, Alemania. Todos han elogiado el esfuerzo argentino, que se da en un contexto de una pandemia que no está superada y tenemos que movernos con muchísimo cuidado”.
Sobre los efectos de la pandemia de Covid-19, dijo que “el problema central que tenemos en la Argentina es que hay mucha gente que se quedó afuera del sistema”, lo cual “es tan cierto como que el Estado se debilitó de un modo impresionante”.
“La construcción de una nueva Argentina demanda de todos, de los grandes empresarios y corporaciones también”, señaló el Presidente.
Consultado sobre el proyecto de aporte por única vez a las grandes fortunas dijo que “es necesario” y que quiere “que lo trate el Congreso”, donde el Poder Ejecutivo presentó la semana pasada el proyecto de ampliación de la moratoria impositiva, que calificó de “muy importante para las pequeñas y medianas empresas, aunque abarca a todas”.
“Este sistema que tenemos es muy perverso e injusto, que concentra la riqueza en muy pocos y distribuye la miseria entre millones”, dijo Fernández.
Y cerró: “Tenemos la oportunidad de construir otro capitalismo, más social y más justo. Que realmente de posibilidades de desarrollo a todos”.
La primera propuesta presentada por el Gobierno el 22 de abril ofrecía reestructurar la deuda con una nueva tasa de interés promedio del 2,33% y un período de gracia de tres años, además de una quita de capital del 5,4% -US$ 3.600 millones- y una reducción de intereses del 62%, equivalentes a US$ 37.900 millones.
El 7 de junio último el Gobierno enmendó esa oferta y propuso una reducción del período de gracia a sólo un año, aumentar los cupones de interés hasta el 3,1%, relajar la quita de capital hasta el 1,9% en promedio (sin quita para los bonos reestructurados) y adelantar los pagos de amortización, entre otras mejoras.
Según un análisis de la consultora Ecolatina, las mejoras realizadas entre la primera y segunda oferta implicaron que, en lugar de pagar unos US$ 81.900 millones hasta el final del vencimiento de los nuevos bonos en 2046, la Argentina ofrezca ahora pagar US$ 94.600 millones, unos US$ 12.700 millones más de lo previsto originalmente.
De todas formas, según Ecolatina, la segunda propuesta implicaría un alivio total de deuda por unos US$ 29.500 millones en comparación a lo comprometido con los títulos actuales.
En caso de que la propuesta fuera aceptada por las mayorías necesarias para una reestrucutración -de entre 66 y 85% dependiendo del título- el Gobierno lograría alivianar el horizontes de pagos y pagar US$ 2.180 millones hasta 2023, frente a los cerca de US$ 20.000 millones que en compromisos existentes antes de poner en marcha formalmente el proceso de reestructuración, en abril pasado.