Los llamados Non Disclousure Agreement (NDA, según su sigla en inglés)-, vencían ayer a las 18.30.
El gobierno argentino y los tenedores de bonos continúan las negociaciones para la reestructuración de la deuda, para lo que extendieron de hecho el acuerdo de confidencialidad que vencía ayer martes.
El último viernes, el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció que los acuerdos de confidencialidad –Non Disclousure Agreement (NDA, según su sigla en inglés)-, se iban a extender hasta hoy, de modo que “las conversaciones con los acreedores continuarán también hasta esa fecha”.
La fecha se inscribió además, en la decisión del gobierno argentino de extender hasta el viernes 19 de junio el cierre de la oferta del canje de deuda.
En medio de estas negociaciones por la deuda externa, Guzmán anunció hoy que volverá a emitir bonos en dólares bajo legislación local en los próximos meses, por un monto de US$ 1.500 millones, que podrán ser canjeados por títulos en pesos, a un paridad a definir.
Esta medida se debe a “la presencia de actores en el mercado de deuda en pesos que han manifestado su intención de no permanecer en este segmento” por lo que se requiere “diseñar e implementar una solución definitiva e integral”, señaló el Ministerio de Economía a través de un comunicado de prensa.
El presidente Alberto Fernández afirmó el domingo que “todos” quieren “evitar el default” y que “Argentina “está haciendo un enorme esfuerzo tratando de hacer una oferta que atienda también el reclamo de los acreedores”.
En diálogo con Radio 10, Fernández dijo que quiere “ser optimista” con el tema de la deuda y que el objetivo es alcanzar un acuerdo es que “no condicione a Argentina” de cara al futuro.
“Yo quiero ser optimista. Todos queremos evitar el default. La Argentina está haciendo un esfuerzo enorme tratando de hacer una oferta que también atienda el reclamo de los acreedores. La reestructuración de esta deuda es complejísima”, agregó
La oferta inicial, dada a conocer a mediados de abril, contemplaba no pagar vencimientos de capital e intereses hasta noviembre de 2023, y a partir de ese año abonar una tasa del 0,5%, que iría creciendo de manera gradual hasta niveles sostenibles.
Además, la propuesta conllevaba una reducción de capital de US$ 3.600 millones, es decir, una quita del 5,4% sobre el stock de deuda y una reducción del pago de intereses de US$ 37.900 millones, que equivale a una quita del 62%.
Esta iniciativa fue rechazada por los acreedores, lo que determinó que el Ministerio de Economía presentará a fines de mayo una mejora en la oferta, con una reducción del período de gracia desde los 3 años ofrecidos inicialmente a 2 años, entre otras cuestiones.