La titular del organismo, Kristalina Georgieva, salió a hablar de la renegociación cuando se acerca la nueva propuesta de Martín Guzmán. El staff ya había dicho que había poco margen para seguir mejorando la oferta.
Luego de que el staff del FMI saliera a advertir que quedaba “escaso margen” para mejorar la propuesta, fue la titular del organismo, Kristalina Georgieva, quien salió a impulsar un arreglo. Sus palabras no dejaron margen para las dudas respecto a qué postura tiene el Fondo en relación a la necesidad de llegar a un entendimiento que evite un default prolongado.
“Recibo con agrado el compromiso de ambos lados, Gobierno y acreedores, por llegar
a un acuerdo. Es importante que la reestructuración se haga de tal forma que la deuda pueda pagarse. Nadie se beneficia si la deuda cae al precipicio. El país quedaría excluído de los mercados financieros, sufriría el crecimiento y la gente. Además, los acreedores tampoco podrán recuperar su inversión. Debe irse a una solución bien pensada”. Así lo expresó Georgieva, que de esta manera buscó aportar su granito de arena para que haya un entendimiento.
El Fondo y los bonistas privados de alguna manera compiten, ya que ambos son acreedores de la Argentina. Pero el organismo no acepta quitas nominales y sólo estaría dispuesto a estirar los plazos. En ese contexto, los bonistas procuran asumir la menor pérdida posible.
Se espera que antes del fin de semana el ministro de Economía, Martín Guzmán, presente una nueva oferta que ya esté “semi” consensuada con los acreedores para asegurarse un determinado umbral de aceptación. Pero por ahora hay pocas novedades y las negociaciones se vienen desarrollando un clima de confidencialidad.
