Lo dijo el vocero del organismo, Gerry Rice, quien explicó que el organismo “favorece los esfuerzos” para alcanzar tal objetivo.
Aunque fue escueto, el mensaje del vocero del FMI, Gerry Rice, llegó donde corresponde. Primero aclaró que las negociaciones son “bilaterales”, pero enseguida buscó dejar en clara la postura del organismo. “Puedo decir que favorecemos los esfuerzos del Gobierno argentino y de los acreedores y creemos que el acuerdo puede ser alcanzado”.
El Fondo efectivamente no está interviniendo en las negociaciones para renegociar la deuda, pero el planteo sobre la sostenibilidad futura de la misma resulta clave en las negociaciones que están teniendo lugar. Sin embargo, no deja de ser un dato relevante que de ninguna manera el organismo vería con buenos ojos que el default de la deuda argentina se prolongue en el tiempo.
Mañana vence el plazo para pagar los U$S 503 millones de intereses de tres bonos emitidos bajo ley extranjera, luego de los 30 días de gracia que empezaron a correr el 22 de abril. Si finalmente no se realiza el pago, la Argentina entraría una vez más en default en lo que se refiere a la deuda emitida con ley extranjera.
Sin embargo, la expectativa está puesta en que las negociaciones con los bonistas puedan acelerarse en los próximos días y llegar a un acuerdo. Esto reduciría los peligros de litigios y de la aparición de fondos “buitres” que buscarían litigar aprovechando el incumplimiento, como ya sucedió luego del default del 2001. Recién en 2016 la Argentina consiguió regularizar su deuda, aunque la alegría duró poco. En poco más de cuatro años el país volvió a caer en cesación de pagos.
Para todos los países estas negociaciones son bilaterales, no involucran directamente al FMI.
No quiero especular sobre cómo finalizarás estas negociaciones.
Pero lo que puedo decir es que favorecemos los esfuerzos de ambos para llegar a un acuerdo y que el acuerdo puede ser alcanzado