Es el mayor monto de asistencia financiera que el organismo brinda a la Argentina en los últimos 10 años.
El presidente Alberto Fernández recibió este jueves el apoyo del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (Grupo BID) que desembolsará este año 1.800 millones de dólares para ayudar a mitigar las consecuencias sanitarias, sociales y económicas que generó la pandemia coronavirus COVID-19 en el país.
Es el mayor monto de asistencia financiera que el organismo brinda a la Argentina en los últimos 10 años.
Así lo comunicó el titular del BID, Luis Alberto Moreno, durante una videoconferencia que mantuvo con el mandatario argentino esta mañana.
Desde la Residencia de Olivos, el Presidente agradeció “el apoyo del BID en este momento difícil donde ponemos el foco en los temas sanitarios, sociales y económicos”.
El mandatario señaló que en Argentina “tuvimos la ventaja de ver antes la experiencia de Europa, nos fijamos un plan y tomamos inmediatamente las medidas necesarias para implementar la cuarentena”.
El paquete de asistencia tendrá como objetivo apoyar al sistema de salud y la red de protección social para los sectores más vulnerables, y para la recuperación económica y del empleo, con énfasis en las micro, pequeñas y medianas empresas nacionales.
El Presidente estuvo acompañado por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
Por parte del BID, participaron el director ejecutivo por Argentina y Haití, Guillermo Franco, el director ejecutivo suplente, Jorge Srur, y el gerente del Departamentos de Países del Cono Sur, José Luis Lupo.
Durante la conversación, Moreno se mostró interesado en la estrategia sanitaria argentina frente a la pandemia, cuyos resultados hasta ahora están entre los más exitosos de la región. Por su parte, el mandatario argentino valoró la ayuda financiera del organismo para fortalecer la respuesta del país frente a la emergencia del coronavirus COVID-19.
Los proyectos que serán aprobados este año para la Argentina suman 1.000 millones de dólares, mientras que 600 millones corresponden a programas que ya se encuentran vigentes.
El primero de los nuevos proyectos reasignará un total de 470 millones de dólares para un programa de salud pública destinado a apoyar la respuesta frente al coronavirus, para el que este año se desembolsarán 300 millones. El objetivo del mismo será asegurar el acceso de las personas infectadas a los servicios de tratamiento de salud, el refuerzo en la prestación de los servicios esenciales y de medicamentos a 17 millones de personas. Además, prevé ampliar el sistema sanitario para cubrir la atención de cada vez más personas.
Por otro lado, se reasignarán 500 millones de dólares para un nuevo programa de apoyo al sector productivo y para fomentar la creación de empleos, para el cual se desembolsarán 300 millones antes de fin de año. Se estima que este monto irá en auxilio de 30 mil micro, pequeñas y medianas empresas.
Además, la ayuda financiera incluirá un programa de protección social, recientemente creado en conjunto con el BID, por 600 millones para atender a la población más vulnerable, afectada por la pandemia. De ese total, 400 millones serán desembolsados en lo que va del año, destinado a transferencias y subsidios a esos sectores. El mismo apoyará a alrededor de 3 millones de personas.
Respecto del apoyo financiero que el organismo brindará a la Argentina, Béliz, destacó: “Estamos aprobando dos proyectos de rápido desembolso por 1000 millones de dólares en el contexto de la emergencia, con el Ministerio de Salud para atender la asistencia sanitaria, y con el de Desarrollo Productivo para cuidar a nuestras Pymes”.
“Este año la Argentina tendrá desembolsos por más de 1800 millones de dólares, la cifra más alta de los últimos diez años. Esto es posible por el trabajo conjunto de distintas áreas del gobierno, promoviendo el mejor uso de los recursos de financiamiento externo”, agregó.
El Banco Interamericano de Desarrollo realizará, además, otros desembolsos por 600 millones para programas vigentes, para los sectores de agua, saneamiento, desarrollo urbano, asentamientos informales y barrios vulnerables, educación, pequeñas y medianas empresas turísticas, agricultura, forestal, investigación y desarrollo, y gestión fiscal.
Además, el organismo desembolsará hasta 200 millones para el sector privado, como soporte para las operaciones de empresas argentinas en el exterior.