Como resultado, el déficit primario fue de $ 124.000 millones, casi diez veces más alto que el mismo mes del 2019. Los ingresos crecieron a sólo 33%. En abril el deterioro sería aún peor.
Tal como se esperaba, el resultado de las cuentas públicas ya comenzó a mostrar el impacto de la caída de la actividad por el coronavirus. Con ingresos creciendo al 33% interanual y el gasto al 70%, el rojo primario de las cuentas públicas (antes del pago de intereses de la deuda) llegó a $ 124.000 millones. La cifra contrastó con el déficit de apenas $ 13.000 millones del año pasado, quiere decir que creció casi 10 veces.
El gasto primario del periodo fue de $466.246 millones, registrando así un incremento de 70% interanual. “Al igual que en el caso de los ingresos, los efectos del COVID-19 y la reacción de política económica para proteger a los sectores más vulnerables han impactado en el volumen de erogaciones. Esto se evidencia en la dinámica de las transferencias corrientes cuyo ritmo de crecimiento interanual se aceleró al 135,2%”.
En cuanto a las transferencias al sector privado (+113%), en marzo se materializó un refuerzo importante en las Asignaciones Familiares y en lo que respecta a los subsidios económicos, los mismos sufrieron un aumento del 125% interanual.
Las prestaciones a la seguridad social crecieron 53% respecto a igual mes de 2019, habiéndose adelantado una porción de los fondos afectados al pago del bono extraordinario por $3.000 para jubilados y pensionados que cobren un solo haber y hasta alcanzar los $18.892.