Son alrededor de $ 550.000 millones y el Tesoro busca una alta tasa de renovación. Si no es exitoso, tendrá que optar entre pagar al vencimiento, con la consiguiente emisión monetaria, o seguir reperfilando.
El Tesoro anunció un canje de bonos de alrededor de $550.000 millones (USD8.700 millones al tipo de cambio oficial), que incluye 13 activos en total: las Lecaps reperfiladas por Macri , las Lebads emitidas por el Gobierno actual y el Bopomo. Se estima que sólo el 15% del monto total que entraría al canje está en manos del sector público, con una gran participación de inversores extranjeros, por lo que el canje será un desafío para el ministro de Economía, Martín Guzmán. Todo esto sucede en medio del derrumbe de los mercados a nivel global y un fuerte salto del riesgo país, a más de 4.000 puntos.
Balanz consideró en un informe enviado a clientes que el canje tendrá éxito bajo tres supuestos: i) si tiene sentido en términos de rendimiento esperado para los inversores, ii) si los inversores creen que de recibir nuevas ofertas en el futuro las mismas serán inferiores, o iii) si piensen que a la larga se verán obligados a entrar en un canje al vencimiento.
“Desde la perspectiva macro –señala Balanz- creemos que canjear toda la deuda de pesos de una sola vez es la mejor opción, eliminando las expectativas de una potencial expansión monetaria en el futuro y, en consecuencia, reduciendo la presión sobre las expectativas de inflación”.
“Sin embargo, teniendo en cuenta que el llamado al canje se produjo junto al anuncio de una expansión fiscal para contener el impacto económico del Coronavirus, evidentemente la expansión ocurrirá de todos modos, pero desde el lado fiscal. Por ejemplo, el ministro Guzmán anunció un programa para otorgar préstamos por $350.000 millones a las PYMEs para contener el impacto económico del Coronavirus, lo que implica una expansión monetaria del 20%, probablemente parecida a la expansión que estaban dispuestos a hacer con la deuda en pesos”, agrega el informe.
Para ingresar al canje, el Tesoro toma los Bonos y Letras al valor técnico, esto es valor nominal más intereses acumulados, un incentivo para la mayoría de los activos, en particular los que tienen vencimientos más largos y menores expectativas de recibir valor nominal al vencimiento. Para algunos de ellos, el precio del canje es más de 40% mayor que el precio de mercado. A cambio, el Tesoro ofrece cuatro bonos atados a CER, incluyendo la reapertura de dos BONCER, 2021 (TX21) y 2022 (TC22), y dos nuevos bonos CER con vencimiento en 2023 y 2024 con cupones de 1.4% y 1.5%, respectivamente.
Los bonos se ofrecen a valor par, mientras que, por ejemplo, el TX21 se opera con un 25% de descuento. “Entre los nuevos bonos, creemos que el bono más atractivo es el TX21, ya que bajo la actual incertidumbre sobre las tasas reales y el tipo de cambio, junto con las dudas sobre la capacidad de pago del Tesoro en el futuro, no resulta muy atractivo asumir un riesgo duration. Creemos que las quitas en valor presente serán más altas para los bonos más largos”, concluyen los especialistas de Balanz.