Tres claves para saber quiénes ganaron y perdieron con el ajuste previsional

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El Gobierno anunció el aumento a jubilados y pensionados que estará vigente a partir de marzo. El esquema supone un incremento de 2,3% más una suma fija de ARS 1.500 por mes para todos los jubilados y pensionados, achatando la pirámide previsional.

El Gobierno anunció el aumento a jubilados y pensionados que estará vigente a partir de marzo, con un esquema que supone un incremento de 2,3% más una suma fija de $1.500 por mes para todos los jubilados y pensionados, achatando la pirámide previsional.

La consultora Elypsis difundió un informe en que analiza los ganadores y perdedores del ajuste fiscal:

1 – ¿A quiénes beneficia y a quiénes perjudica el esquema?

Los principales beneficiados serán los jubilados y pensionados que cobran la mínima -hoy en $14.068-, que comprenden alrededor de 4.300.000 de beneficios. Vale la pena aclarar que la cantidad de beneficios no coincide con la cantidad de beneficiarios, dado que estos últimos pueden ser titulares de más de una jubilación (distorsionando el achatamiento de la pirámide previsional ya que se beneficia a personas que, con dos haberes, están por arriba del “umbral” de $16.199). Por ejemplo, el porcentaje de beneficiarios que recibe una jubilación mínima sea el 49% del total, mientras que el porcentaje de prestaciones mínimas sobre el total de prestaciones asciende al 63%.

Los haberes mínimos tendrán en marzo un incremento del 13% contra uno del 11,56% que habrían tenido de aplicarse la movilidad anterior. A partir de marzo cobrarán $ 15.892, un monto adicional de ARS 192 mensuales. Para el Tesoro, supone una erogación extra de de $900 millones mensuales, $1.800 millones en todo el trimestre.

No obstante, por fuera de quienes cobran la jubilación mínima, son pocos los que se beneficiarán con las disposiciones del DNU. En efecto, aquellos haberes que actualmente están por encima de $16.199 mensuales “pierden” con los nuevos aumentos en relación a la fórmula de movilidad vigente: estimamos que se trata de alrededor de 2.170.000 prestaciones (32% del total), que corresponde a cerca del 50% del universo de jubilados y pensionados.

Lógicamente, la pérdida es mayor cuanto mayor es el haber. A modo de ejemplo, para un haber de $20.000 pasará a cobrar $21.960 (+9,8%) contra $22.320 si el aumento hubiese sido del 11,56%, por lo que pierde $360 por mes; mientras que el haber de $30.000, el aumento será de 7,3% y perderá $1.278 mensuales; y para montos de $50.000 el incremento se reduce a apenas 5,3%, implicando una pérdida mensual de ARS 3.130.

2 – ¿Existe un ahorro fiscal?

A pesar de recortar los ingresos de 2.700.000 de beneficiarios y de otorgar aumentos que consideramos muy poco significativos (en el mejor de los casos, $190 por mes), el ahorro fiscal es bajo y, en nuestra opinión, insuficiente para justificar una medida con altos costos contingentes. En línea con las estimaciones oficiales, creemos que el impacto fiscal será marginal: un ahorro de apenas ARS 3.500 millones por mes ($10.500 en el trimestre, o 0,03% del PBI), equivalente a una cuarta parte del costo que tuvieron los dos bonos de $5.000 dispuestos en la Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva.

3 – ¿Quiénes ganan y quiénes pierden contra la inflación?

Aquí, depende de la proyección de inflación que se considere. Bajo un escenario muy optimista, tomando inflación mensual de 2,5% en febrero y marzo, el trimestre cerraría con un aumento de precios de 7,5%. Los haberes que superarán este umbral serán aquellos que hoy estén por debajo de los $28.993 mensuales. Si suponemos que la inflación mensual de esos meses será de 2,8%, entonces solo lo superarán aquellos que cobren hoy menos de $25.798; si la inflación es del 3% mensual, los de menos de $24.098. Tomando la inflación proyectada en REM (3,2% febrero y 3,1% marzo, hoy desactualizada), sólo le ganarían a los precios los que perciban haberes por menos de $22.933.

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