Apenas consiguió $ 6.400 millones y la mayor parte habría sido aportado por el sector público. Los inversores privados optaron por la cautela hasta tener más señales sobre cómo sigue la renegociación de la deuda.
La decisión del Tesoro de avanzar con el reperfilamiento del bono Dual, aplazando su vencimiento hasta septiembre, provocó un inevitable impacto en el mercado. A la suba del riesgo país y del dólar en la jornada de ayer, se le sumó hoy un pobre resultado en la licitación de Lebad. Apenas se consiguieron $ 6.400 millones, una cifra exigua para las necesidades financieras del Gobierno.
Según se detalló, se recibieron 98 ofertas y según versiones de mercado casi todas provinieron de entidades del sector público. La floja licitación mezcló dos factores: las heridas que dejó el nuevo reperfilamiento definido por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y la baja tasa de interés que ofreció el Tesoro por los títulos colocados.
Las Lebad fueron colocadas a dos plazos: abril y septiembre, a un rendimiento de BADLAR (tasa de plazo fijo mayorista) más 200 puntos básicos, lo que representa una tasa levemente inferior al 38% anual en pesos.
Con otras litaciones en pesos que se colocaron recientemente en el mercado a tasas superiores (BADLAR más 500 ó 600 puntos básicos) es lógico que los inversores opten por opciones más atractivas en pesos.