La dinámica contractiva en la actividad se vio reflejada en la menor utilización de la capacidad instalada de la industria, que cayó a 60,7% en noviembre (2,6 puntos debajo de igual mes de 2018).
En noviembre la actividad industrial cayó -3,9% interanual y – 3,1% mensual en la medición desestacionalizada. Con estos datos, la actividad industrial acumuló una caída de -6,9%.
Los sectores más afectados en noviembre fueron la industria automotriz (-26,4%), la de metales básicos (-15,4%, por la menor actividad de la industria siderúrgica) y metalmecánica (-7,1%, en gran parte debido a la caída en la actividad de los rubros fundición, bienes de capital y autopartes). En menor medida, también cayeron la producción de papel y cartón (- 3,9%) y sustancias y productos químicos (-2,0%).
El resto de los rubros registraron mayores niveles de actividad durante noviembre. Fue el caso de la industria electrónica de consumo (+13%, traccionada por la producción de televisores producto de la baja base de comparación), textil (+10,8%, impulsada por la preparación de fibras de uso textil y de hilados de algodón, también con una muy baja base de comparación), la refinación de petróleo (+4,9%), minerales no metálicos (+4,2%, en este caso, por la baja base de comparación de Materiales de Construcción, dado que los despachos de cemento Portland se contrajeron -9,8% por el freno de la obra pública y privada), alimentos y bebidas (+4,0%, destaca el buen desempeño de la molienda de trigo y la baja base de comparación interanual) y edición e impresión (+2,0%, con una mejora estacional).
En cuanto al comercio exterior, en noviembre las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) se expandieron 3,8% interanual, aunque descontando el efecto del rubro metales preciosos y (que está incluido), la caída del resto de las MOI fue del -9,2%. Con relación a las manufacturas de origen agropecuario (MOA), las mismas se incrementaron 9,4%, principalmente por carnes y productos de molinería. Por su lado, las importaciones presentaron una caída generalizada de 21,9%, tanto por la menor demanda de productos finales, de consumo (-14,5%) y de vehículos (-58,5%), como por aquellos bienes vinculados a inversiones y producción: la importación de bienes de capital se contrajo -16,5% y la de bienes intermedios, -29,0%.
La dinámica contractiva en la actividad se vio reflejada en la menor utilización de la capacidad instalada de la industria, que cayó a 60,7% en noviembre (2,6 puntos debajo de igual mes de 2018).
En el plano laboral, en términos interanuales, la industria registró 52.947 trabajadores formales menos (-4,6%) durante octubre (último dato disponible). En la medición desestacionalizada, se perdieron 5.316 puestos de trabajo respecto a septiembre (-0,5%).
Con relación al financiamiento, se han registrado ajustes a la baja en la tasa de interés de referencia del Banco Central en las últimas semanas. Esta tendencia implica mejores condiciones de financiamiento de capital de trabajo, aunque todavía no se revisten bajas sustanciales en líneas de crédito para inversión. Sin embargo, los altos niveles de tasas de interés (la de Adelantos en Cuenta Corriente por encima del 50%) siguen afectando la disponibilidad de crédito y los préstamos al sector privado, los cuales cayeron -24,9% interanual en términos reales en diciembre. Con estos datos, los montos prestados al sector privado volvieron a los niveles reales de 2010.