Mucha deuda, poca inversión

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Provincias y empresas siguieron los pasos del gobierno nacional y se apuraron en emitir bonos en el arranque del año. Liquidez y apetito por la Argentina facilitaron las colocaciones. Quiénes serán los próximos emisores y cómo seguirá el mercado en los próximos meses. Por Sebastián Maril.

El 2017 aún se encuentra en pañales y la emisión de deuda internacional ha alcanzado niveles históricos aunque, por ahora, manejables.

En enero y febrero un total de catorce bonos argentinos fueron colocados en los mercados de crédito internacionales por doce emisores, quienes astutamente aprovecharon el apetito que teñían los grandes inversores institucionales por estacionar sus dólares en activos cuyos retornos eran moderadamente atractivos.

Si bien se han emitido u$s 12.250 millones bajo Ley Nueva York, la demanda generada por los inversores alcanzó u$s 40.900 millones. Si lo ponemos en un contexto para poder entender el interés que existe por invertir en riesgo argentino, en el 2016, después del levantamiento de las medidas cautelares en abril, se colocaron u$s 35.520 millones en el exterior. La demanda por estos bonos alcanzó u$s 103.490 millones. En otras palabras, durante los meses de abril y diciembre de 2016, la demanda promedio por cada uno de los 38 bonos emitidos en el exterior, se elevó a u$s 2.723 M. En 2017, los catorce bonos lanzados han generado una demanda promedio de u$s 2.921 M.

Pero todo esto es simplemente un tema anecdótico si el gobierno, las provincias y las empresas que emiten deuda en el exterior, no utilizan los fondos generados para el beneficio de la economía local. Y aquí está el problema.

El año pasado, el 37% de los u$s 35.520 millones colocados en el exterior, fueron utilizados para infraestructura, inversiones en la economía local y proyectos de expansión de las empresas emisoras. Estos datos se originan de los diferentes prospectos de emisión de deuda y de presentaciones realizadas por los emisores ante la Comisión Nacional de Valores (CNV). En 2017, solo el 17,2% de los u$s 12.250 millones colocados, serán destinados a la economía. El resto, es utilizado para refinanciar deuda en circulación, reducir el déficit fiscal y, utilizando una expresión coloquial, para “pagar sueldos”.

De esta manera podemos concluir que, aunque existe mucho interés por invertir en Argentina y en activos con riesgo argentino, los emisores de deuda no están volcando en la economía del país los dólares recaudados en el exterior. La mayoría de estos dólares son destinados para financiar fines no productivos.

Por el momento, el mercado anticipa un mes de marzo muy tranquilo en términos de emisiones internacionales. Sorpresa mediante, antes que termine primera mitad del año, la constructora Raghsa, YPF, Cablevisión y Central Puerto son nombres que buscarán financiamiento en el exterior. No debemos olvidarnos de las necesidades de las provincias argentinas donde se destacan Tierra del Fuego y Santa Cruz, dos nombres que ya han anunciado su interés por colocar deuda en los mercados internacionales. Finalmente, la República Argentina ya anunció la emisión de otros u$s 3.000 millones en deuda denominada en francos suizos, euros y/o yenes.

El 2017 muy probablemente, y para muchos afortunadamente, no ofrecerá la misma actividad en los mercados de capitales presenciados en 2016. Es cierto que, si comparamos año contra año, el nivel de emisión de deuda internacional durante los dos primeros meses de 2017 fue netamente superior. La razón es simple: el año pasado no hubo colocaciones de deuda denominada en la moneda norteamericana hasta marzo, cuando el Juez Griesa insinuó que pronto levantaría las medidas cautelares.

De todos modos no hay que perder de vista en centro de esta discusión. Esto es, los dólares que ingresan al país en concepto de colocación de deuda son pocos y, aquellos que logran ingresar a las arcas del Banco Central (recordemos que la refinanciación de deuda en dólares se lleva a cabo en el exterior motivo por el cual parte de las emisiones no son enviadas al país), solo un pequeño porcentaje es considerado productivo.

Sebastián Maril es analista de  Research for Traders

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